martes, 22 de junio de 2010

¿Qué es la cultura hoy?

En 2006, don Carlos Monsiváis dictó una conferencia acerca de la cultura en el Teatro Macedonio Alcalá de la ciudad de Oaxaca. Recuerdo haberlo abordado para conversar con él. Le comenté que era orador y, en breve, tendría una participación en un concurso de oratoria. A lo dicho, me felicitó y aproveché para pedirle que firmara el borrador de mi discurso, que llevaba bajo el brazo, arrugado e incluso manchado. Con sencillez accedió, plasmó su firma con una caligrafía inentendible. Recordé haber leído una entrevista realizada por la revista "Quién", en la que el cronista declaraba no creer en los políticos. Confirmó su dicho y añadió sereno "pero voy a votar por López Obrador". De la conferencia recuerdo poco en realidad, oí, que no escuché la ponencia del Maestro; sin embargo, se estampó en mi mente aquella frase: "los mexicanos ven lo caro de los libros pero no miran lo caro del whisky".

Cultivar la tierra y cosechar los frutos, cultivar el pensamiento y cosechar las obras; desarrollar el ingenio y cosechar las artes y ciencias. En fin, la cultura mexicana en crisis por los escasos lectores, los demasiados televidentes, la apatía por la ciencia y la simpatía por las distracciones (el ocio). Las artes con pocos adeptos; a saber, por la falta de apoyos a su promoción y ejercicio. Músicos, pintores, escultores, escritores, sin incentivos para aprender y practicar. Atribulados por los problemas secundarios del país y confundidos por la imagen de un gobierno (asesorado por expertos en relaciones públicas), quienes conocimos al satírico Carlos Monsiváis extrañamos su presencia física, que no intelectual. Ésta permanecerá por siempre a través de sus escritos y exhortará a las nuevas generaciones (y también a las viejas) a hacer cultura.

Es fácil leer y también escribir; sería mucho más fácil si leyéramos y escribiéramos mucho. Leo mis memorias y recuerdo el día cuando don Virgilio me llevó a conocer el Museo del Estanquillo. Escribo que disfruté la colección del extinto, sobre todo las maquetas de rings y luchadores que me remontaron a mi infancia cuando apenas era un adolescente. Apunto que es uno de mis edificios favoritos el de aquel museo. Anoto que la ciudad de México me empezó a gustar mucho a partir de esa visita.

La cultura era Monsiváis. La cultura, hoy, depende de la voluntad de cada quien.

3 comentarios:

ENR dijo...

La partida de Carlos no deja solo a muchos gatos huérfanos, sino miles de recuerdos y ácidas sátiras nonatas en su tintero. Con Carlos se fueron los recuerdos vivídos de miles de calles, de atropellos, de escenas de cine.
Hoy Carlos, Monsi como lo llamó su entrañable Elena, se va y nos deja con la gran responsabilidad de honrar su legado con actos. Solo intentando pensar más allá de lo evidente le haremos honor a tan pintoresco creador. Hasta pronto Carlos!

Unknown dijo...

Recuerdo unas 5 visitas de Monsi a mi querida Oaxaca, su humor ácido, sus respuestas que te sacudian, pero amigo yo eligo libro y whisky, las dos cosas , algo haremos pero debe alcanzar...

Bruno Torres dijo...

Libro y whisky. No bueno. Peligrosa pero muy atractiva combinación.