lunes, 28 de diciembre de 2009

Época de conclusión

Ahora estamos en el fin de año. La noche buena y la navidad ya pasaron y esperamos el año nuevo para dar inicio a un nuevo ciclo. He subido unos kilos de más por eso del pavo y los romeritos, además de la llenura, estoy expectante a los acontecimientos que marcarán mi vida en los próximos días; la expectación sigue latente. En fin, quiero hablar hoy acerca de lo que el año me dejó y a algunos pudo haber dejado. Me dio la oportunidad de darme cuenta de aspectos de mi carácter que antes consideraba normales, me dio la oportunidad de valorar a los demás y también de considerarlos falibles; me centró y punto, me dejó poner los pies en la tierra y pensar en mi proyecto de vida con una renovada visión.

De prospecto de investigador en ciencias sociales a remanente de politiquillo en potencia, ese comentario me dejó. En el primer semestre del año, acongojado y agoviado por las clases de los que exigen alto rendimiento, en el segundo semestre otra vez acongojado y agoviado por encontrarme fuera de la rutina a la que, sin saberlo, me había acostumbrado. Periplos de renuevo después; que lograron tan solo disipar la pena, no así cambiar la actitud. Termina un año que para mí presenta un balance negativo de acuerdo con los parámetros del mundo, no obstante, ya lo he dicho aquí, los parámetros cambiaron. Los meses más aciagos de mi vida para algunos, bien son hoy para mí los meses más importantes, el punto de inflexión y su caída ya pasaron, ahora sí viene lo mejor.

Iba a titular esta entrada "La oportunidad del ciclo o el ciclo de la oportunidad" pero, cada vez más, mis entradas parecen escritas por alguien demasiado elaborado. aunque algunos me han preguntado si ya "fumo mota". Absurdo, en fin, resulta el título anterior y espero que el actual sea más comprensible. En esta época no me resta más que felicitarlos a todos ustedes, a quienes se han tomado el tiempo para leer las rarezas que escribe Bruno, las "pendejadas" me dicen otros. Las locuras que salen del teclado de alguien que valora los momentos todos, más en navidad. Concluye el año y concluyo yo, vuelvo a las caminatas nocturnas que me alivian el alma y me enfocan en lo importante, en la calle sólo las luces de las lámparas observan mi paso e iluminan el tramo que falta por recorrer, a pesar de que es corto, ya caminé bastante; con los agujeros en mis tenis lo que quiero es descansar los pies. En noche buena, apenas la alegría de los villancicos y las luces de las casas despiertan el entusiasmo dormido de quien ya probó la amargura del fracaso y hoy espera el primer fin de semana de un nuevo año...

lunes, 7 de diciembre de 2009

Medallas de polvo

Regalé una hoy, estaba debajo de un mueble empolvado, apenas y su dorado de fantasía se notaba. Objetos, objetos... una medalla que reconoció al hombre después de ganar un primer lugar en su patria chica, que lo hizo efímeramente famoso y lo presumió ante sus allegados. - Puedes usarla de pisapapeles le dijo al festejado, será uno sui generis. Quedan otras dos disponibles en algún lugar de su casa, serán para otros dos cumpleaños quizá; depende de como le pinte la vida y el ánimo a su dueño. Las glorias que tuvieron por recompensa un objeto metálico que no valioso, hoy son parte del pasado que, de vez en cuando, recuerda para aladear sobre su éxito personal.
Con qué medalla sueña ahora el competidor? - Con una de polvo! responde tajante. Apenas regresan las obsesiones de varios años y sólo quiere colgarse al cuello partículas diminutas que se esfumarán en el instante mismo en que traten de formar su presea. - Polvo somos, en eso se escuda para argumentar que ya no quiere medallas normales, ahora que sean de polvo o incluso lodo, que más dan unas manchas en la ropa. El honor no se mide en la etiqueta y sus decorativos objetos, se mide en los actos de todos los días, en el carácter adornado pero de valores, en la manera de tratar a los demás, de hacer feliz a aquella persona que es importante para ti, en el comportamiento de acuerdo con la voluntad de Dios.
Los símbolos de las caratulas de las medallas son lo más significativo de estas. En la que habrán de otorgarle, desea que le calen la imagen de sus sueños, la que apenas reconoce cuando el alba lo despierta. - De manera que tendrán que esforzarse mucho, comenta, es una imagen tan difusa en mi memoria pero tan presente en mi inconsciente, que prefiero que sea de polvo. Después de todo, las manchas de lodo eran sólo para ensuciarme, lo que importa es que su figura no me haga extrañar las medallas pasadas cuán pesadas y opacas para llevarlas a un costado del corazón...

jueves, 3 de diciembre de 2009

Frenesí del idilio

Golpeándome contra las paredes del baño de un autobús de pasajeros, desdeñaba el dolor que sentía porque era más importante mi necesidad de usarlo. Atrapado en el diminuto espacio, prefería sobreponerme a los vertiginosos cambios de velocidad para liberarme de la tensión que provoca hacer del baño durante el viaje. De regreso en el asiento, sólo la prospectiva distraía la mente del pasajero de los absurdos de la vida. Entonces, pensó de nuevo en aquel cuerpo delgado, por no decir escuálido, que disfrazado de belleza, según él, lo atormentaba todos los días a horas aleatorias. ¿El alma se demacra más rápido que el cuerpo o es al revés? En mi caso, se ha dado de las dos formas, mientras que la preocupación por lo superficial aumenta, también sucede que disminuye mi éxito en la conquista de quienes buscan sólo gusto o deleite.

La figura cuando no se aparecía en las caminatas que a diario daba por el camino que lo llevaba a su casa, en esos diálogos de loco que cuenta sus desgracias a la autora de estas, lo hacía frecuentemente, sin tanta locura, en los ensayos de protocolo a los que acudía él irremediablemente. -¡La amas! le dijo una amiga suya, un día al regresar de un encuentro con ella. -No, respondió. Estaba tan harto de hablar de ella y sus defectos que, a la vez, eran sus mejores cualidades, cuando prefirió quedarse callado. Sólo aguardo la frase final de su experimentada compañera: “Ahí donde te dan de comer mierda, ahí prefieres estar; así es la vida”.

El amor en los tiempos de la hipocresía, ¿por qué amar así? Esperando recibir algo a cambio, esperando que la figura bella lo abrace y le diga que también lo ama, esperando que sus delgados labios lo besen mientras él acaricia sus mejillas y esperando que los ojos tiernos de ella se pierdan en las pupilas de máscara de él que sólo en el iris reflejan su esencia de timidez y anhelo. Violencia es la que siente cada que escucha su voz (débil por femenina, cariñosa por sensual), y aunque en su mente ella es princesa, en el mundo real es una mojigata que no lo desea pero sí lo quiere. Cuando golpeé mi espalda con el lavabo, reaccioné y, en vez de seguir “atando cabos”, me compadecí de aquel tipo; “a sufrido mucho, susurré… pero sólo en su mente”.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Bizarro

Tiene un mes y un día que no publico nada. La desidia y la preocupación se apoderaron de mí después de describir el otoñal comienzo de mis veinte años, en fin. Bizarro, de acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española es un adjetivo que significa "valiente o esforzado". Curiosamente, cotidianamente se le refiere como sinónimo de "raro". El otro día comenté algo y utilizé "bizarro", a lo que mi interlocutor me señalo: "por qué dices bizarro si eso significa valiente", bueno, dije yo, las palabras tienen distintos significados máxime si son homófonas, el otro contestó: "eres un pendejo, claro que no". Muy interesante porque respecto del último adjetivo sobre mi persona hay grados o niveles. Mientras que en algunos países de Latinoamérica, es común su uso como sinónimo de "tonto", en otros como México, involucra una serie de características que dependen de la situación en que se ve implicado un sujeto.
Bizarro, entonces, es un anglicismo que proviene del inglés "bizarre" que sí significa raro. Bueno, los últimos días han sido bizarros, en los dos sentidos. Mientras que en mi vida las situaciones transcurren con aparente calma que se vuelve desgano, me esfuerzo, como lo comenté en la entrada anterior, para fijar nuevos parámetros. Que el mundo se quede con sus estereotipos, al fin y al cabo, lo que importa es que cada quien sea feliz! Al fijar un período de tiempo, creo que desde que no estudio ni trabajo, salvo a veces para ocasionales asuntos, me vi inmerso en las obsesiones de antes (en un primer momento), para después ocuparme en lo simple. En el primer momento, los mismos temas de antes de que partiera a estudiar lejos de mi hogar: "la amistad" y "el enamoramiento"; la verdad, que flojera con mi vida.
Bueno, queda en este blog de manifiesto que ocupé cuatro entradas para esos dos aspectos. Creo que siempre he descuidado uno que debería ser el primero en importancia puesto que es el núcleo de nuestros primeros años: la familia. Mi familia es bizarra, nuevamente en los dos sentidos. Por una parte, las familias de mis padres fueron y son gente muy "luchona", así dirían en México, esforzados pues. Por la otra, hay rarezas propias de la ascendencia de alguien como yo (entiéndanme). Un papá filósofo, una mamá bióloga, un abuelo violinista, una abuela ama de casa, un abuelo camionero - si es que existió- y una abuela obrera. En fin, creo que las familias son mucho más complicadas que las palabras que tienen distintos significados. Yo, además de las tradicionales autoadulaciones, me considero una persona bizarra. Por eso, quizá este blog se llama Los bizarros, perdón, (valientes) de Ombrosa...

lunes, 19 de octubre de 2009

Un cumpleaños, un color

Al hojear las páginas de una revista de frivolidades, me di cuenta que en cuestiones de moda el morado marca una tendencia en estos meses de otoño, aunque yo he visto el color desde hace ya varios meses en la ropa de mucha gente. La verdad es que, moda aparte, el morado es uno de mis tres colores favoritos, los otros dos son el azul cielo y el rojo. Me gusta porque es muy intenso pero también porque al no ser un color básico produce una reacción ante mis ojos muy especial, no pasa desapercibido. En el pueblo donde vivo, llamado La Capellanía, hay varios terrenos repletos de flores silvestres de tallo delgado y débiles hojas, sin embargo, el color morado de tales hace que mi púpila se deleite con su multitud. No aparecen en otras temporadas del año, sólo ahora en octubre; el otoño en mi hogar dista mucho de las imágenes de los árboles tirando sus hojas cafés ya que el morado tapiza sus suelos.
No sé por qué me identifico tanto con el morado, creo que en cuestiones estéticas sí aplica el dicho que apunta "en gustos se rompen géneros", pero volviendo al punto de las flores moradas (doblemente bellas), me impresiona que algo tan sencillo como una flor silvestre que nace por cientos en un montón de terrenos abandonados posea un tono tan llamativo. Mi reflexión es que a las cosas pequeñas, que muchas veces ignoramos por nuestros estereotipos, les sobra hermosura, así con una flor, con un ave, con un paisaje, con un lugar, con una canción, entre otras. Aun con los cumpleaños pasa así, en ocasiones cada uno transcurre con simpleza, con un gozo aparente que no centra su atención en la trascendencia de haber vivido un año más; de cualquier forma, el estar vivos no pierde su hermosura, es parte de la creación, la gracia y el plan de Dios.
Hoy reflexioné al tiempo que disfruté mi primer día de "veinteañero", contrario a lo que hacía en años anteriores no me decepcioné del tiempo pérdido y de las aspiraciones truncadas, al contrario, por fin adopté la filosofía reducida a una frase que pregono desde hace tiempo "en prospectiva", así es la vida. En el primer día de una nueva etapa estoy feliz, con algunos sueños de antes que se encauzan con una nueva visión; el enfoque ahora es menos egoísta y no carece de voluntad, los retos sin duda serán más difíciles pero al poner a prueba mi carácter no espero tropiezos. Mi reflexión sobre este momento es la de un nuevo ciclo que tendrá de mi parte la actitud de no escatimar ni menospreciar nada sino de apreciar y considerar todo con base en mis convicciones, los estándares y parámetros del mundo se esfuman para mí; el morado es el color de mis veinte años, intensidad su trascendencia...

martes, 6 de octubre de 2009

Octubre de lunas y nuevas

El sábado brillaba la luna esplendorosamente. Estabamos ensayando la alabanza del domingo en mi iglesia y dado que la construcción de nuestro templo está semidescubierta, se apreciaba el resplador blanco detrás de las ramas de un árbol de pirul que adorna el terreno contiguo al nuestro. La luna ha sido tomada por los hombres como objeto romántico de versos, cuentos, canciones, entre otros. La verdad lo es, me inspiró verla majestuosa, en la plenitud del anochecer, iluminando el panorama aunque fuese oculta detrás de las ramas del pirul. Recordé, entonces, que era octubre, mes conocido por sus estúpendas "puestas" de luna (si el sol tiene supongo que la luna también). No sé qué es más romántico, si los atardeceres o las puestas de luna porque justo un día después pude observar un hermoso atardecer de diversidad de tonalidades. Un cielo amarillo continuaba con uno rojo para volverse azul cielo y más lejos azul marino. Los paisajes relajan, al menos a mí me pasa que me dan paz. Le comenté a una amiga sobre el atardecer y estuvo deacuerdo en que estaba genial. La luna de la noche y el sol del atardecer cautivaron mi espíritu.

Mi mes favorito no tiene que ver con el ego que proyecto al relacionarlo con mi cumpleaños, como algunos piensan. En realidad, me parece un mes distinto a todos, un momento de tránsito en el año, en el que comienza el ocaso de las realizaciones, claudican los ánimos de emprender para dar paso a los momentos de reflexión que desembocan en los nuevos propósitos para nuestra vida. En octubre las lluvias cesan como si se calmara la tempestad de las situaciones, como si los individuos dejaramos de pelear para negociar; prudente mes. Las hojas comienzan a caer, diría un enamorado, en los parques las hojas se transforman. Tiempo de metamórfosis es más que la primavera. Si los paisajes son particulares, los días aumentan el misticismo del otoño.
La época que da pie al invierno pero también a los momentos más emotivos del año, para algunos parte de una celebración y para otros de tristeza y desolación. Lunas y nuevas son parte del otoño y del octubre. García Márquez titulò a una de sus obras El otoño del Patriarca, haciendo alusión al sentimiento que provocan los paisajes y la temporada en las personas. Yo creo que al mes número diez lo enmarca la síntesis de los momentos todos del año, una época en la que lo mejor o peor está por venir cuando lo mejor o peor ya tuvo su momento. Entronque definitivo de atardeceres y anocheceres que despiertan en mi corazón latidos propios de un romance que no vivo. Ay octubre, ojalá trajeras contigo lunas nuevas...

lunes, 28 de septiembre de 2009

Verano tardío

Al ver caer las gotas de lluvia en el suelo, me pongo a pensar en el intermitente deseo en mi mente de decir algo o hacer algo sin poder hacerlo. Esta situación se prolonga, en ocasiones, hasta convertirse en una actitud tediosa hacia el propósito que tenía decir o hacer. Así, comencé a vivir en la mente para dejar de vivir en el mundo, los sentidos se fueron convirtiendo en mis herramientas de diario pero no así en mi contacto con la realidad. Ha transcurrido el tiempo y en un tema específico me muestro temeroso, no puedo abordarlo ahora en esta entrada pero quisiera, es a eso a lo que me refiero. Se llama impotencia, me acompaña desde hace varios años, se sienta a la mesa a la hora de la comida y aun camina a mi lado cuando transito por la calle. Hace unos días decidí que la iba a patear a la hora que se apareciera, sin embargo, aunque a las primeras patadas entendió, después volvió y se sentó a mi lado en unas sillas horribles, duras y sucias. Ahí, impidió que dijera las cosas que tenía que decir, me contuvo con su mirada glacial. No abundaré en la situación referida, sólo diré que con nosotros se sentó mi interlocutora. El reclamo fue el motivo y naúfrague en sus argumentos, además, exageré en mi pretensión de "aclarar" las cosas; esa misma tarde me sentía vergonzozamente mal.
A veces la forma de ser demuestra quienes somos y que sentimos. No hace falta ser explícitos en lo que decimos y a quien, al contrario, la convivencia cotidiana hace que las cosas que consideramos discretas sean obvias. Me afligí sin sentido, pensé después; saturé con mis palabras lo evidente. La cosa es que buscaba una salida, una que me diera la oportunidad de romper con la rutina que me lleva a pensar en situaciones, paisajes, lugares, objetos, incluso gestos, de un momento, que siendo realistas, no tiene posibilidades de llegar.Viajé para relajarme y encontré entretenido el paisaje de los montes, así como el libro de bolsillo que llevaba. Fui a "trabajar" pero más a entretenerme para desapegarme de las ideas ilusas. El resultado no pudo ser mejor, volví de mi periplo con renovados bríos, quitado ya de la pena y contento de ser quien soy. Ahora recuerdo la noche más bella que pasé en aquel lugar, un momento real. La playa como trasfondo que se miraba desde la ventana de una casona que envolvía los latidos de decenas de personas que no me intimidaban porque, con su ruido, alejaban de mí el recuerdo de aquella impotencia mediando entre mis ganas y su desidia...

lunes, 7 de septiembre de 2009

El misterio de mi corazón

Hace apenas cuatro años que platicaba con ella en el barandal de un segundo piso en la escuela. Banalidades conversabamos junto a otras personas y me daba igual, a fin de cuentas apenas maduraba. Poco a poco el sentimiento por ella fue creciendo, en qué momento me perdí en sus ojos? no lo sé. Pero en mí se formó la ilusión de un futuro a su lado; de pronto me mostré tal y como era: un niño. Cuando recuerdo aquella escena, me asombró de lo breve que fue la primera charla para dar paso a un sentimiento perenne por su ser. Fue apenas ayer, me digo, y reflexiono por qué el tiempo se pasa volando. Me pierdo también en la secuencia de hechos que me llavaron a frustrarme, primero, para después dar pie a un motivo, a una razón, a un proyecto. Desmentí a las ilusiones, sin embargo, me tomo tiempo aprender que las cosas no son como yo pensaba. "Las cosas se ganan", y hay unas que cuestan mucho trabajo. Me he empecinado y ante mi actitud muchos me han aconsejado que deje de pensar en mi motivo. Dicen que las opciones abundan y yo insisto donde "no me llaman". Creo que soy un rebelde, me resisto a explorar otros senderos porque pondero mis posibilidades en el que conozco.
Mirándome al espejo recientemente, analicé su persona, interior y exterior se unen para ser mi inspiración. "La belleza es subjetiva", señalo cada que puedo, y soy el sujeto que la ve tan bella. Deseo que como transcurrió el tiempo de la escena de hace unos años a ahora, así también avance el tiempo hasta que la vuelva a mirar a los ojos (esos que me hechizaron), en un entorno distinto. La madurez se adquiere a través de las derrotas, sobre todo en el amor, y aunque pecaría de vanidad al decir que soy más maduro, creo que he sido derrotado varias veces. Espero y confío, sólo eso, no más ilusiones que engañen al misterio de mi corazón. Ví cosas extraordinarias, señala Eisenheim a la Duquesa Von Deschen en la cinta "El ilusionista", pero lo único que nunca pude develar fue el misterio de no dejarte de pensar...
Me gustaría ser mago.

viernes, 28 de agosto de 2009

Recordando viejos tiempos

El conjunto de juegos en un jardín que miraba a la calle. El repique de la campana que nos daba libertad y, a su vez, el anhelo de llegar a casa. Mirar a otros vivir su infancia es revivir las experiencias de la propia, es respirar aromas de escuela y de casa que nunca fueron iguales. Más que una educación de escuela fue una educación de todo: casa, calle, colonia, parque, maestros, compañeros, amigos, vecinos, en fin, todo. ¡La elegancia de la vestimenta de los lunes! Aquellos uniformes de pantalón azul marino y suéter blanco con el escudo de un niño héroe, y qué de aquella primer corbata que combinaba con la camisa. Cuando cargué la bandera me sentí patriota, caudillo, héroe. El orgullo se acrecentó con las alabanzas públicas y el reconocimiento de ser parte de la institución, ser parte del grupo, ser parte de la élite. La zona en la que se ubica siempre me ha gustado, con dos parques cerca: el Conzatti y el Llano, colindando con la avenida que lleva su mismo nombre. Qué decir de las calles aledañas que son un entronque entre lo histórico y lo moderno en una ciudad tan particular, tan única, como la nuestra.

Desde entonces vivo lejos de la zona céntrica, desde entonces he visto crecer la mancha urbana. Ahora el tráfico causa molestias a los automovilistas, la distancia entre Etla y la ciudad ha aumentado. Tengo la fortuna de revivir los momentos de antes por medio de la convivencia con quienes hoy los viven. Es hermoso recordar, tal como lo es soñar, pero hacer lo primero nos da confianza en los alcances de los sueños. Tener presente de dónde venimos y cuál fue nuestro camino antes de ser quienes somos alberga un siginificado que es de mucha ayuda para vivir. En la encrucijada recordar y soñar se unen; retrospectiva y prospectiva también. Sólo la certeza de una y la voluntad de la otra nos llevarán al éxito. Lo segundo es más complicado: la voluntad, para quienes hemos tomado una decisión especial, para los que no nos mandamos solos porque vivimos obedeciendo y sirviendo. Mientras nos hallamos en el tiempo, recordar, como soñar, no cuesta nada. El sol sigue su paso por el orbe...

martes, 11 de agosto de 2009

La amistad más importante y su prospectiva

He escritó antes sobre la amistad, considero al tema por demás importante puesto que después del lazo familiar que está dado cuando nacemos y creamos cuando crecemos, es la relación humana más importante que existe. En ocasiones, has escuchado que la gente dice: "mi mamá es buenísima onda porque es como mi amiga" o "yo puedo contarle todo a mi papá porque somos amigos"? Pues es muy común que las personas ocupen expresiones como las anteriores para referirse al carácter de la amistad. A veces pareciera que adquiere una relevancia especial cuando se adecúa el término a una relación familiar. Y es que la amistad tiene que ver con la "confianza", es más, yo diría que se cimenta en ella. La otra situación que se presenta tiene que ver con que algunas personas suelen referirse a un amigo, un mejor amigo, un entrañable amigo con la siguiente expresión "es como mi hermano", entonces, el vínculo familiar da un realce especial a la persona que consideramos amigo, aquí encontramos otro tipo de confianza, una que tiene que ver con las cosas del pasado, con las historias íntimas que sólo conoce un familiar tan cercano. La diferencia entre la confianza familiar y la del amigo se da así, por un lado, un amigo conoce las cosas que suceden en una esfera distinta a la familiar, es parte de la independencia de su amigo, por el otro, la confianza familiar tiene que ver con el lazo primero, con las cosas que vivió una persona durante sus primeros años, con las cosas íntimas del hogar.

Los familiares que son como amigos y los amigos que son como familiares (o hermanos) son realmente valiosos, esa es mi hipótesis. Es tal la importancia de estos, que trascienden en el tiempo, no son parte de un ciclo de la vida sino que son relaciones para siempre, no son parte de recuerdos sino un pensamiento constante, es decir, un aliciente que nos da ánimo porque sabemos que contamos con incondicionales. Me resistía a creer en la idea de que se pueden mezclar los ámbitos pero después de pensar en los ejemplos cotidianos creo que es un hecho, los amigos pueden ser íntimos, como de la familia y los hermanos, padres, entre otros, pueden ser amigos. El otro día contaba, con los dedos de mi mano derecha, a aquellas personas a las que realmente considero mis amigos, y de verdad que casi no ocupo todos mis dedos. Estos ocupan un lugar especial para mí por sus acciones, cada uno ha desempeñado un rol distinto en mi vida y me ha ayudado en momentos en los que me encontraba necesitado. Como dice la canción de Marcos Vidal titulada "Mi regalo" no hace falta dar sus nombres ni apellidos porque de sobra ellos se saben aludidos, mis amigos sabrán que para ellos escribó esta entrada, de la misma forma que escribí la anterior en la que me refería a mi mejor amigo al cual por supuesto va dedicada también esta.

Prospectiva es una de mis palabras favoritas ya que se refiere al futuro, viene del latín prospicere que significa mirar y la relaciono con el tema de la amistad porque creo que aun esta es en prospectiva. La amistad tiene que ver con un propósito, con una meta, con un anhelo, no con recuerdos, quiero que mi amistad sea en prospectiva, que mis amigos concuerden conmigo en los planes y proyectos que pueden mejorar a nuestro mundo. Imagino mi vida cuando sea anciano y no quiero verme rodeado de objetos que me recuerden los momentos del ayer en los que solía hacer muchas cosas con mis amigos, al contrario, quiero estar rodeado de mis incondicionales, viviendo muchas aventuras. Ya lo veo, aunque sea viejos y achacosos, escalando el cerro de San Pablo!

martes, 21 de julio de 2009

La lección aprendida

Cuando pienso en el sentimiento de amistad recurro a ejemplos trascendentes, situaciones que marcan la historia debido a la exaltación de los valores que hacen del ser humano el más complejo. Las pasiones se contraponen a los sentimientos de tal forma que generan un inacabable conflicto que desemboca en el sentido de la vida. A veces reímos y otras lloramos; exaltamos el ánimo de vivir y amar, así como sentimos la pérdida de algo o alguien. Conforme avanzamos en la vida comprendemos de forma distinta lo que entraña. Nuestras preocupaciones cambian y el tiempo que empleamos en ellas también. ¿Cuándo somos felices? Quizá cuando alguien nos dice: "te quiero", porque comparte nuestra dicha o dolor y eso significa que le importamos. Pero déjame contarte algo que yo descubrí en días recientes; nunca antes había valorado las cosas de tal manera. 

El fracaso y la adversidad se aprestaron frente a mí, me humillaron y dejaron a la deriva. Al enfrentarlos tuve la primera impresión de estar solo, pero después comprendí que no era así. Por una parte Dios me fortalecía animándome a resistir; por la otra, a fin de apoyarme alguien hacía más de lo que decía.

Las palabras carecen de sentido si no se ponen en práctica y a veces no son necesarias para realizar acciones que cambian el rumbo de las cosas. Cuando la tristeza me consumía, una mirada, una sonrisa, incluso una invitación, cambiaron el rumbo de las cosas. El destino me tenía preparada una sorpresa, el preámbulo de una reivindicación con éxito. La voz en mi conciencia me invitaba a asentir y consentir las acciones de una persona, la indicación fue dejar que los momentos transcurrieran sin planeación, simplemente espontáneos. La valía de alguien tiene que ver con su ingenio para mejorar la situación de otros, no es con palabras es con acciones, e insisto, las cosas deben tomar su propio rumbo. Tres días y una lección, el amor demostrado en acciones y el ánimo formando parte de las situaciones; los personajes de la historia: Dios, mi amigo y yo.


Rumbo al éxito, son varios los tropiezos que se deben enfrentar; el miedo no debe amedrentar las ganas de superarnos. Hay personas que harán lo imposible por hacernos sentir mal, pero también hay otras que estarán ahí pase lo que pase, extendiendo su mano para sujetarnos e impulsarnos. La amistad tiene que ver con hechos grandiosos. Tal vez es la relación humana más difícil de todas y, sin embargo, la más constructiva. No me gusta el pesimismo; cuando la gente me cuenta historias de fracaso acerca de las personas a las que conocieron, me asusta que los humanos seamos tan egoístas. Las relaciones se truncan por desinterés e indiferencia, no porque sea nuestra naturaleza fracasar. La lealtad, la reciprocidad y la confianza cimientan la convivencia entre dos personas; cuando no se ponen en práctica simplemente se trata de interés. Cuán equivocado estaba al pensar que al final del camino lo único que queda de la amistad son imágenes y recuerdos. La verdad es que la amistad trasciende la parte estática de la mente y se envuelve en la parte dinámica del corazón. La vida es un absurdo, cierto, pero no tiene que transcurrir como tal, los hechos grandiosos que ocurren en nuestra vida y que resultan de la convivencia con los demás tienen un sentido superior.

En la madrugada del domingo no dormía, en cambio, observaba una historia que es mi aliciente. De forma espontanea compartía la sala con un compañero. Inmersos en la noche y en el viaje captamos las imágenes de una historia llena de contrastes. El sueño no impidió conocer una historia sobre amistad como pocas hay. Al otro día amaneció distinto, los tres días y la lección aclararon la realidad; el fracaso se transformó en ganas, ¡ganas de triunfar! Unos días bastaron para acumular el coraje suficiente para encarar la vida, los límites se han expandido y los sueños están más latentes que nunca.

Hoy descubrí que las acciones cambian a las personas y pueden tomar diversas formas. Como lo dije antes, basta un gesto o la compañía de alguien, mientras pienso en esto, recuerdo que la filosofía de la amistad se puede resumir en una invitación. Una invitación que trasciende las barreras de la individualidad para ser el acto de convivencia más grande: tan sólo cuenta conmigo.

martes, 14 de julio de 2009

La consumación de lo esperado

Frente a mí la realidad que entristece y detrás de ésta la expectativa que florece. Anhelo que los días pasen y traigan consigo el alivio a la presión pero anhelo más que hoy sea un nuevo comienzo. Nunca es tarde para enmendar los errores y mucho menos para tomar una actitud distinta ante la vida. Más allá de las vanalidades humanas existe un propósito para todos, divino propósito que es nuestra responsabilidad atender. Preguntaba hace poco si vivimos en la predestinación o en el libre albedrío, la respuesta me confundió más, "predestinación es libre albedrío". Las decisiones que tomamos no son más que el plan que con antelación conoce el Todopoderoso. Por ello, frente a la realidad que entristece, o la trágedia en términos más fatalistas, estoy decidido a levantar la cara, a luchar por reivindicarme ante el juicio social no por quedar bien con mis semejantes sino para demostrar que detrás de mí el Señor ya trazó mi destino. Aunque haya derrotas el camino por recorrer es grande y la expectativa de triunfo aún más!

lunes, 29 de junio de 2009

Lo que yo quise decir

Escribo porque la última entrada causó más preocupación que gusto, no exagero al decir que llamaron para preguntarme por mi estado de salud. Acepto que no fui claro y conciso en lo que quería decir. Me emocionó mucho la película Star Trek hace dos semanas y quería escribir sobre eso, pero me salió un anhídrido. Fui a Oaxaca esa misma semana y una amiga que se caracteriza por ser muy incisiva (o muy sincera, pues) me dijo que era egoísta hacer entradas como las que venía haciendo, ya que sólo yo les entendía. Asentí su observación y en esta ocasión aclararé -por no decir traduciré- lo que yo he querido decir.

En la primera entrada hice referencia a la valentía por varias razones: 1. Este blog se llama "Los valientes de ombrosa", 2. No me gustan las alusiones a los héroes; el discurso sobre ellos está muy desgastado, por ello, cambiemos el paradigma y admiremos a los valientes y 3. Bueno, mi película favorita es "Brave Heart". En la segunda, escribí sobre una tarde muy bonita en CU. Fui a la UNAM a comprar un libro de Hans Kelsen para una materia, y bueno en sí, para toda la licenciatura; nos agovian con ese señor. Me quedé de ver con una amiga que veía por tercera vez en la vida y fue muy bonito caminar durante el ocaso del sol acompañado de una persona linda. Casi no había gente en rectoría, así que caminar por las islas me hizo pensar en muchas cosas, desde asuntos vocacionales hasta... Bueno, esa fue la historia. Después, en la tercera entrada sobre la discriminación decidí expresar mi inconformidad con la actitud de los estadounidenses, ya que fui a tramitar mi visa y básicamente me dijeron que era "brownie" y no podía viajar porque me quedaría a trabajar en la "pisca".

Posteriormente, hice referencia a las campañas políticas que terminan pasado mañana -gracias a Dios- y que ocurren en el peor momento de la política mexicana reciente. De ello hice referencia porque en verdad es patético, no sólo el despilfarro de recursos en propaganda y publicidad, sino la actuación de los candidatos. Pero bueno, la última entrada es a la que aludí en un principio, y después de este recuento, en esta ocasión quiero contarles algo más ameno. El jueves sintonicé el Canal de Congreso (ese famoso canal de televisión que está mejor que cualquier programa de comedia) y quiero contarles la sorpresa que me llevé con el tema que estaban tratando. Ahí tienen a la comisión permanente del Congreso exhortando a Peña Nieto a acatar la normatividad en materia electoral, ya que se está promocionando mucho. Pero además de las payasadas de Rodríguez Pratts, lo más chistoso fue cuando el senador Renán Cleominio Soreda Novelo pidió subir a tribuna para alusiones personales e hizo el más grande oso que yo había visto por televisión. Ya que Rodríguez Pratts se burló de su nombre, éste respondió con tremendo discurso en el que casi cita a la Convención sobre los Derechos Humanos por haber sido víctima de una violación ya que se burlaron de que se llama Cleominio. Ja, ja, ja, no pude contener las lágrimas, pero de risa, por esa demostración histriónica.

En fin, creo que el próximo 5 de julio habrá de hacerse historia; sí, el voto nulo pasará a la historia. El golpe de Estado en Honduras me pone a pensar cuan cerca estamos de una crisis política de esa dimensión. He escuchado con atención las propuestas, al menos de los líderes, y no me convence ninguno. Voy a votar, sí, voy a votar por el partido con el que simpatizo, pero no por ello estoy convencido de hacerlo. No quiero anular mi voto, es la primera vez que lo realizaré y quiero desquitar un poco de la muy costosa democracia mexicana. Voy a votar porque sueño con un parlamento distinto, no dos cámaras llenas de comediantes, salvo honrosas excepciones. ¡Veo un México con hambre y sed de justicia!, ¿sabes que les pasó a los dos hombres que pronunciaron esta frase? Fueron asesinados por el sistema. Los ideales sirven para adornar los discursos de oratoria y los poemas en declamación, no para cambiar los vicios de la política. Hoy te invito como mexicano, como joven, como estudiante y -por qué no- como un idealista frustrado, a votar. Con ello, al menos cambiaremos nosotros.


lunes, 15 de junio de 2009

Temporalidad de la ficción

La civilización moderna, un mundo en el que los problemas se resuelven con el conocimiento y no con el dinero. Vulcano es la suma aspiración de aquellos que sueñan con el progreso, pero ¿acaso sólo la ciencia y el desarrollo tecnológico mejoran a la sociedad? La lección de la ficción es clara, no. El universo es un sueño que los hombres han tenido desde la primera noche; el cosmos mismo es noche y tan sólo resplandece con las estrellas, como si renegara de su condición. Y la aspiración de conquistarlo mueve los corazones de los hombres, despierta el anhelo, lanza el reto, genera pasión! Los seres humanos tenemos límites que deseamos rebasar, creemos en la superación como motor de nuestro desarrollo, a fin de cuentas para millones "el hombre es la medida de todas las cosas". Sin embargo, hemos fallado al tratar de vencer nuestros desafíos, muchos los llevamos a cabo, tan sólo en la ficción. Hay cosas más importantes que ambicionar el mañana, los tiempos están determinados para nuestra raza. Tal vez por ello necesitamos de la ciencia ficción para realizar nuestros sueños en el presente. Fahrenheit 451 imagina a bomberos que tienen por misión producir incendios, en vez de combatirlos, con el objeto de que la sociedad no lea; los libros se queman indiscriminadamente.

Los valores humanos son nuestro distintivo, incluso para la ciencia ficción. Es tan característico nuestro comportamiento que los cineastas no logran disimularlo en sus películas. Spock aparece monótono, serio, rígido; pero cuando padece una trágedia sus sentimientos afloran. Su parte humana se contrapone a la idea de carácter de la civilización desarrollada, su raza lo desprecia por llevar genes humanos, por tener sentimientos que doblegan su rígidez. Y él rechaza los honores a cambio de asumir su naturaleza, mitad humano, mitad vulcano. Me parece que los extraterrestres actúan de forma más congruente que los humanos. En nuestro caso, rara vez asumimos nuestra pocisión, al contrario, preferimos recibir los honores de otros. Y eso va de la mano con que aprovechamos el presente, conscientes de nuestra finitud, de nuestra temporalidad, del instante que es la vida. Necesitamos del presente para saciar nuestra ambición, y lo que nos es imposible hacer en la realidad lo llevamos a cabo en la ficción.

Los tres estadios del tiempo: el pasado, el presente y el futuro. Presente que no nos alcanza para realizar nuestros sueños, futuro que se vuelve ficción y ¿qué hay con el pasado? Todorov nos diría que el pasado participa en el presente a través de la memoria. Ésta es selectiva en cuanto no considera la verdad de lo que fue, sino que elige las partes de la historia que le son útiles; la memoria sirve a los propósitos de quien quiere encubrir o tergiversar la verdad pero alivia a los que no quieren sufrir con el recuerdo de las tragedias. Spock observó la destrucción de su planeta, la memoria le fue útil para ignorar ese momento y pensar en lo siguiente, en el futuro; por ello, actúo decisivamente y tomó el mando de su misión. Fue valiente y resistió el tormento de sus sentimientos humanos, para aprovechar los segundos de su presente que se esfumaba a cada paso. Creo que la temporalidad de la ficción se reduce al tiempo empleado en el anhelo del futuro, al tanto que el presente se evade por temor a repetir los errores del pasado. Quizá a eso se debe que el saludo característico de Spock sea en prospectiva, una prospectiva con sentido: "Larga vida y prósperidad".






lunes, 8 de junio de 2009

Contaminación, ¿visual?

La sonrisa fíngida denota aspiración sin compromiso y, más aún, interés sin empatía. Las avenidas están tomadas por quienes pretenden conquistar el favor de otros. Figuras estáticas, retocadas cuidadosamente para hacer parecer que emanan un "destello de esperanza", pero que en la mirada -los ojos no se maquillan- muestran tristeza y vaciedad. Diario camino entre las calles que me invitan a elegir, pero los ojos de los secuestradores del espacio público me desaniman a hacerlo. He buscado, sin encontrar, una mirada sincera, unos ojos que, al menos, parezcan el reflejo del alma; no los hallo. La ciudad deviene vitrina de rostros que molesta y lastima porque, más allá de un escenario lleno de luces y colores, la realidad arroja un escenario lleno de conflictos y necesidades. Cómo decirle a una persona de Chalco que los setenta pesos que cuesta un pendón son "democráticos", cuando ese dinero le daría de comer a sus hijos un día más.

Al parecer, el lenguaje justifica los defectos con denominaciones rimbombantes. Es así como "construimos la democracia" y no es que paguemos con nuestros impuestos un desfile de vanidades. Pero el dinero es sólo una parte de los costos de un sistema defectuoso, hay uno que pasa inadvertido a la hora de sacar cuentas y que, en mi opinión, es el más grande. La dignidad de los ciudadanos que soportan el secuestro de su ciudad es atropellada ex ante y ex post. Sus peticiones son oídas, que no escuchadas, por los aspirantes, en una burla a su capacidad intelectual. El repicar de la palabra es el mismo: sí; claro que sí; cómo no; por supuesto; sin duda alguna. Lo cierto es que todo es un montaje.

Como en el escenario de una obra de teatro, las actitudes son ficticias. Después, el día que uno de los otroras secuestradores de avenidas se impone a los demás, las necesidades no sólo se ignoran, sino que se utilizan en el discurso para alcanzar objetivos individuales que nada tienen que ver con el interés soberano del pueblo. La dignidad es sólo una palabra de campaña para los ciudadanos. Después se convierte en una palabra de reclamo a los actores de una obra desgastada y desgastante. Caminando de regreso a casa, encontré divertido el paseo de imágenes, en mi optimismo dejé de pensar en la idea del teatro, consideré que lo melodramático requiere una inteligencia y esfuerzo mayores a lo que veía. Entonces pensé que la comedia era un buen género para el tiempo de campañas, el circo explica mejor la realidad.

miércoles, 3 de junio de 2009

Discriminación, desigualdad, o simplemente política.

Una oficina disfrazada de cuartel o un cuartel disfrazado de oficina. El inicio de la inspección saca a la luz los mitos de una sociedad asustada del orden y el control. Entré con la cabeza alta pero la mirada baja, conciente de que las formas merecen la aceptación. A pesar del tiempo y el agovio, esperé, esperé, esperé... Despejé la mente de los miedos infundados que tratan de aconsejar pero que resultan en más miedo. Entonces me enfrenté al destino. Se llamaba desigualdad aquella que lo anunció, y separó nuestros cuerpos con un cristal que nos dejaba ver en situaciones distintas. Las preguntas tendían a lo mismo pero los gestos contrariaban el interés de quien las formulaba, entonces pensé que la discriminación acompaña siempre a la desigualdad, no es más que la forma del fondo. Después de buscar explicaciones y no hallar contestación, caminé entre la multitud tratando de ocultar el sentimiento que albergaba después de la decepción que trajo consigo conocer a esas dos palabras. Cuando voltee antes de salir y miré la bandera en el asta, me dije a mí mismo: "No es más que política"...

viernes, 29 de mayo de 2009

Pasajero fue...

Me puse a pensar acerca de la trascendencia de un día que puede parecer normal pero que en un instante da un vuelco que cambia el sentido de la fecha. Y el día de hoy lo hice porque caminé como en un sueño; me vi, de pronto, frente a un camino de piedras que me llevaban a un edificio conocido, a un lugar apacible y, a la vez, dinámico. Mi acompañante descubrió la admiración en mis ojos y tuve que explicarle el por qué del reflejo de mi mirada. Entonces pareció extrañada con mi relato, dando poca credibilidad a mis argumentos; pensando, tal vez, que fingía para agradarle. Sin embargo, no era así, pasajero fue el momento en que me sentí aliviado de las visicitudes de la vida urbana que esclaviza, sobre todo, por medio de la rutina diaria. Pasajero fue el sentimiento de felicidad que inundó mi ser cuando me vi ante el anochecer al caminar libre en los espacios vacíos. Pasajero fue analizar lo dicho con alguien que no quería analizar mis palabras. Pero, más que todo lo anterior, yo mismo fui pasajero de un momento que me brindó la oportunidad de reencontrarme con áquel que ya no solía ser...

martes, 26 de mayo de 2009

El comienzo de lo dicho...

Me encuentro frente a mi computadora pensando que podría decir en mi primera entrada de blog. Creo que lo más importante que puedo decir es que será un espacio plural en el que ejercitaré el don más preciado que a los hombres nos ha dado Dios, claro está, la libertad. Mi intención es publicar mis ideas con el fin de que otros las conozcan ya sea para aprobarlas o rebatirlas pero en el afán de construir un debate enriquecedor. El valor que defenderé en este espacio será la tolerancia, creo que ante todo debemos respetar lo que opinen los demás aunque pensemos distinto a ellos. Quiero decirles que el título que elegí para el blog deriva de que siempre he creido que los valientes hacen la diferencia, no los heroés puesto que muchos sólo son idealizaciones; los valientes no forman parte del heroísmo, más bien, éste es parte de la valentía. Por otra parte, Ombrosa es el lugar donde me hubiera gustado vivir, me refiero a la villa de mi novela favorita: El barón rampante, la cual recomiendo ampliamente a quienes desean conocer una historia de determinación y valentía que los conmine a ser mejores personas y, sobre todo, a actuar congruentemente. Creo que el día en que las personas seamos congruentes los problemas que regularmente nos aquejan, por lo menos, tendrán sentido...