viernes, 28 de mayo de 2010

¡1° Aniversario!



Señoras y señores,

A nombre de bruneitorres.blogspot.com, me complace compartir con ustedes unas palabras de celebración. A lo largo de un año que ha transcurrido vertiginosamente, el blog del ahora llamado Joven Bruno no ha pasado desapercibido al menos entre sus amigos y conocidos (mejor ni hablemos de colegas). Tratando tópicos tan diversos como: el significado de una palabra y la agonía de un ser querido; las campañas políticas y la amistad más importante; o los colores otoñales y la historia trágica de un desgastado artista del pancrasio, Bruno Torres Carbajal se nos revela como un escritor ambiguo que trata de decir lo que sólo él entiende, dejando en el camino incógnitas curiosas. Quizá el valor de sus textos sea ese, escribir para tratar de entender, en última instancia, lo que uno mismo relaciona con su experiencia.

El perfil del escritor siempre cambiante, comenzó a escribir aquí cuando estudiaba Derecho en una prestigiada escuela de Ciencias Sociales. Hoy trabaja en un área de Gobierno y escribe más de lo que pensó hacerlo. Lo conocí hace algunos ayeres cuando estudiábamos juntos, se la pasaba repitiendo que quería ser Presidente de México, por lo menos lo fue de los alumnos de nuestra secundaria, aunque debo admitir que yo no voté por él. Doce meses han sido testigos de la fuerza de expresión del narrador ambulante que bien roba la señal de internet para escribir, así como lo hace en horas de trabajo.

Me pidió que dirigiera algunos agradecimientos a sus más asiduos comentaristas, sin quienes no sería posible este espacio porque aunque sólo una entrada recibió dos cifras de opiniones, bien vale escribir para una sola persona que absorta atiende el sentimiento y pasión que le transmiten las palabras, frases, párrafos de un "loco" como muchos en el mundo. Hace unas semanas lo encontré al lado de un puesto de periódicos observando las notas más relevantes del acontecer nacional, aún sueña con cambiar a México y ser un líder reconocido. Siempre objeto de la crítica a su carácter colérico y sus modos extravagantes, tenía la mirada más serena, como si se hubiera aplicado un gotero entero de esos para limpiar los ojos.

Seguramente seguiremos recibiendo noticias de nuestro corresponsal de todas las guerras y ningún parte. Acaso sigue sin completar su labor de acuerdo con los parámetros que le fijan sus autoridades. Y a pesar de que sigue siendo complaciente con el status quo por mera necesidad, en su interior se gesta ya, la Revolución intempestiva y, en tanto, mi expectación no sólo seguirá latente sino al pendiente de lo que a menudo publique quien con todos sus defectos es: Bruneitorres.

viernes, 14 de mayo de 2010

Eran muchas las horas y algunos... recuerdos

Eran las diez de la mañana y corría por el circuito de Viveros Coyoacán. Parejas de novios, bien distintas, caminaban tranquilamente por las calles del parque, y otras apaciblemente conversaban en las bancas. El sudor en su frente liberaba las tensiones y demostraba esfuerzo en el novato corredor. Decenas de personas le acompañaban, de todas las edades caminaban, trotaban o corrían; otras preferían hacer yoga en los verdes pastos. Eran las once de la mañana y esperaba al amigo afuera del metro. Después del retraso, conversó con aquel "loco" sobre sus planes e hizo memoria de anécdotas dignas de risotadas. Eran las doce y el mediodía se notaba soleado desde su ventana, dio trámite a algunos pendientes y se preguntó: - Y ahora qué como? El refrigerador estaba vacío. Eran las dos de la tarde y un pariente ni tan lejano y aproximándose a ser cercano le llamó para invitarlo a comer; benditas coincidencias!

Eran las tres de la tarde y caminaba por una de sus avenidas predilectas. Entró a la book store y saludó a aquel Doctor. -Sálvese quien pueda! (rió)... la respuesta no se hizo esperar: -Hiciste lo correcto. Eran las cuatro de la tarde y sentados en aquel restaurant de comida mexicana dialogaban acerca de los últimos acontecimientos familiares, sociales, políticos, académicos, sentimentales e incluso económicos; terapia a medio pozole! Eran las seis de la tarde y miraba a las multitudes enajenadas por el consumismo; ancianos y niños mirando aparadores en el moderno centro comercial. Antes de cabilar sobre el por qué de tantas compras, quedó absorto enfrente de los cristales de Springfield.

Eran las ocho de la noche y aprendía chino (o al menos lo intentaba) de la mano de una profesional, además contactaba y comentaba con algunos amigos por la red. Eran las diez de la noche y la invitación a una fiesta de mariachis en una escuela fresa, - o sea no sé si puedo ir he... le animó y formó parte del convivió entre contemporáneos con facha de intelectuales e intelectuales con facha de contemporáneos. Eran las 11:59 de la noche y no supo si irse a dormir; por alguna razón estaba intranquilo. Tal vez tenía mucho que contar en su blog al día siguiente y apenas podía ordenar sus ideas porque después de tres días y cuatro noches, así como había mucho que contar, tenía mucho que olvidar.

jueves, 6 de mayo de 2010

Un choque de momentos

En las playas de altas olas, el solitario hombre rodeado de un concurrido lugar, esperaba despejar algunas dudas y tomar algunas decisiones. La turbulencia de los días pasados daba lugar a un tiempo de sosiego que le sentaba bien, al menos los paisajes siempre lo tranquilizaban. Con vocación de aprender decidió participar en las actividades que le marcaba su itinerario y darse así, la oportunidad de vivir nuevas experiencias.

A la vuelta de una semana que disfrutó intensamente llegó a "la cita de sus vacaciones". Aquella noche fue de sorpresas y novedades enmedio de la calma con la que habían transcurrido varios de sus años. -La vez pasada no fue así, se dijo en voz baja. Lo cierto es que cayó en cuenta de que ya no era aquel adolescente, las canas de su primera juventud brotaron en su cabeza como el agua en aquel coco...

Enmedio de la nada, con el autobús de pasajeros descompuesto y varios de estos lo mismo. Encontró un lugar por demás apacible en el que se asombró de lo simple y a la vez complejo de la naturaleza. Un oasis en el... bosque tropical no es tan sorprendente, pero la manera de hallarlo sí. "De adolescente a joven en un abrir y cerrar de días", acaso fue el desgaste por el calor o tal vez la interacción con gente más joven pero en la conversación que inició con aquella chica, se bajó la edad un año...